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Pescado fresco envasado: Riesgos y consideraciones
En estos últimos años, cuando vamos a realizar la compra a los grandes supermercados, llama la atención la presencia de un stand de refrigeración exclusivo para productos de pesca, frescos y envasados, tales como filetes de salmón, merluza, bacalao, crustáceos, moluscos, etc. Es un stand de refrigeración que está ganando relevancia dentro del supermercado. Y aunque todavía no esté al nivel de los stands de refrigeración como los de carne fresca, preparados de carne o productos cárnicos envasados… tiempo al tiempo.
Pues bien, es de suma importancia saber que los productos de pesca frescos y envasados al por menor presentan un riesgo potencial para el consumidor. Estos riesgos vienen derivados de una manipulación deficiente, desde un punto de vista higiénico, y de temperaturas inadecuadas durante el procesado y conservación del producto. Esto tiene como consecuencia la formación de histamina y el crecimiento de Listeria monocytogenes, Clostridium botulinum y Yersinia enterocolitica, principalmente.
Un correcto procesado higiénico del producto, un envasado en atmósfera protectora (presencia de CO2 para este tipo de alimento) y un control sobre las temperaturas de almacenamiento (entre 0ºC y 5ºC) van a ser los controles necesarios por parte de los operadores económicos responsables, que van a permitir controlar los riesgos anteriormente mencionados y en consecuencia poner en el mercado y al alcance del consumidor este tipo de producto con una vida útil que puede oscilar entre los 6 y 8 días desde la fecha de envasado.
Posteriormente, el consumidor que haya adquirido el producto, debe ser consciente de mantener la cadena de frío hasta el momento de su consumo, comprobar las características de frescura del producto tras la apertura del envase y alcanzar temperaturas superiores a 65ºC en el centro del mismo durante su cocinado, y de esta forma eliminar los microorganismos patógenos anteriormente mencionados.
Desde Centro Tecnológico de Seguridad Alimentaria queremos transmitir la importancia de conocer los riesgos derivados de unas incorrectas prácticas de higiene durante la recepción, transformación, elaboración, distribución y puesta en venta de un producto alimentario, y es por ello que ponemos en conocimiento nuestro curso de manipulador de alimentos específico para cada sector alimentario.
