Seguridad alimentaria

Fecha de caducidad: qué tener en cuenta

Una de las preguntas que nos planteamos con más frecuencia cuando se trata de comprar alimentos es ¿cuál es la fecha de caducidad? ¿Los productos alimenticios caducados tienen verdaderamente un efecto adverso o representan algún peligro para la salud? Estas preguntas se hacen comúnmente debido a dos factores importantes y contrapuestos: evitar el desperdicio de alimentos y las implicaciones para la salud que pueden surgir al consumir productos alimenticios vencidos. Viendo acercarse la fecha de caducidad de algún producto de calidad en nuestra nevera, es inevitable rememorar la típica escena con el reloj descontando segundos de un explosivo y el protagonista esperando para cortar el cable rojo (o el azul). Vamos a ver aquí algunas consideraciones sobre las fechas de caducidad que nos ayuden a despejar incógnitas al respecto.

¿Qué es la fecha de caducidad de un alimento?

La fecha de caducidad afecta a productos alimenticios, y también a medicamentos, productos cosméticos y químicos en general. Representa un límite temporal para el consumo en condiciones óptimas de ese producto. A partir de esa fecha el fabricante indica que el producto podría no ser seguro para su consumo.

Esta fecha se fija a partir del momento en que se estima se alcance el punto de degradación del producto de consumo. Este proceso de degradación, en los alimentos, suele darse generalmente por causas biológicas, químicas y físicas. El efecto de microorganismos y enzimas sería el responsable de las causas biológicas; y la acción oxidativa del oxígeno y otros elementos lo sería de las químicas. En ambas las condiciones físicas de calor, humedad o radiación solar aportarían una influencia considerable.

“Consumir preferentemente” vs Fecha de caducidad

Lo primero a tener en cuenta es la información correcta: según la reglamentación europea, las etiquetas de los productos alimenticios que compramos deben contener una redacción que indique el “tiempo mínimo de conservación” o el tiempo dentro del cual el alimento, si está correctamente conservado, mantienen intactas sus características nutricionales y organolépticas.

La frase fecha de caducidad que también se puede encontrar como “consumir dentro”, por ejemplo, indica la fecha (compuesta por día, mes y año) más allá de la cual el alimento pierde sus propiedades y puede ser perjudicial para la salud; este es el caso de los productos frescos que se pueden conservar por menos de tres meses, como los lácteos, derivados, huevos, carnes y pescados.



Sobre los productos alimenticios que no están sujetos a perecederos rápidos encontramos la frase consumir preferentemente dentro” seguida de la fecha, que contiene mes y año si hablamos de productos que se pueden conservar entre 3 y 18 meses o solo el año, en caso de la comida que se puede conservar durante más de 18 meses. Cuando nos encontramos con estas dos últimas palabras debemos considerar que el alimento podría, en algunos casos, ser consumido incluso después de la fecha que encontramos en la etiqueta sin correr riesgos para nuestra salud; naturalmente, cuanto más tiempo pase, más se perderán las propiedades nutricionales de esos alimentos.

¿Qué alimentos caducados se pueden consumir?

Uno de los hechos importantes sobre las caducidades de estos productos alimenticios es, por tanto, que la fecha de consumo preferente se refiere, generalmente, a la “calidad” y no a la seguridad del producto para el consumo. De modo que, si bien uno de estos productos alimenticios vencidos puede parecer inusual no necesariamente representará peligro para la salud si llegara a ingerirse.

Hay alimentos que podemos comer usando el sentido común incluso después de la fecha de consumo preferente indicada. Es evidente que hay que inspeccionar el producto y comprobar que no hay señales evidentes de degradación. Estamos hablando de los alimentos donde encontramos las palabras “preferiblemente consumidos dentro” como: alimentos enlatados (garbanzos, lentejas, tomates pelados, conservas), miel, chocolate, bizcochos, galletas saladas, algunos tipos de quesos duros curados, quesos frescos.

Naturalmente, estos no deben tener mal sabor ni rastros de moho: en muchos casos el consejo es consumir estos productos sólo después de haberlos cocinado para no correr riesgos y asegurarnos aún más de evitar problemas. También en este caso, esta regla es siempre válida: cuidar de conservarlos correctamente, lejos del calor y la humedad.


¿Cuáles son los alimentos caducados peligrosos?

Sabemos que hay ciertos alimentos que pueden comerse después de su fecha de consumo preferente, pero hay algunos que es mejor que nunca nos llevemos a la boca después de la fecha de vencimiento, a riesgo de enfermarse. Este sería el caso de algo tan común como un huevo, de los que se marca la fecha de caducidad de forma individual para insistir en este dato.
El queso fresco, a diferencia del curado, no debe consumirse vencida la fecha de caducidad.

Esto es algo que afecta a todos los productos frescos como la carne o el pescado, que generalmente no van a venir con fechas marcadas y que hay que consumir en un plazo breve para evitar problemas. En el caso de las ensaladas preparadas disponibles y ya empaquetadas, sí encontraremos una fecha de caducidad y es importante respetarla. La leche es otro producto, a pesar de estar pasteurizada, que no se debe consumir una vez superada la fecha de caducidad.

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